Un libro interesante y de fácil lectura. Hay que saber analizar la información que a través de las imágenes nos llega diariamente por cualquier medio de comunicación. María Acaso los califica estos mensajes de terrorismo. Nos invocan esa larga lista de terrores visuales por no conseguir ciertas cosas pasarnos. Nadie esta a salvo. Una carrera por manipular nuestras carencias y nuestras virtudes con mentiras.
Me considero una persona muy critica y aunque no estamos nadie a salvo de nada, creo que es una postura de defensa necesaria para esta jungla en la que vivimos.
A veces en conversaciones, saco a colación el tema del control tan flagrante y que tantos años lleva en nuestras vidas del control de volumen en la tv por parte de la fuente que emisora. A todos nos ha ocurrido tener que bajar el volumen de la televisión cuando empiezan los anuncios. No ocurre los mismo en la radio. Es un control que sigue sucediendo y no acabo de entender que algo tan manifiestamente notorio continúe en nuestros días. Es una intromisión en la vidas de todos, que nadie esta dispuesto a parar. Tanto es así, que llega a un punto que nadie habla de ello o al menos nunca lo he escuchado en ninguna parte. Y no soy el único que se ha dado cuanta del tema, claro esta. Que poder deben de tener los publicistas para seguir con este terrorismo diría seguro la autora del libro.
Las imágenes son una fuente de manipulación básica. Se apela a todo tipo miedos, ignorancias, necesidades... para sesgar la información y que llegue solo aquella parte de esta que interese para dar la imagen que se pretende con fines lucrativos la mayor parte de los caso o tergiversar la realidad para que no sepamos donde esta la información verdadera. Se juega con las ideas y la moral. Se confunde tanto a la gente que la verdad cuesta encontrarla. No hay leyes que regulen la falsedad ni la mentira. De hecho hasta en un juicio, tenemos según el derecho civil, el derecho de mentir para defendernos.
De hecho esta continua manipulación ni tan siquiera los responsables están a salvo de estas mentiras. Es una postura muy infantil pero estamos todavía en una adolescencia mental de la que la sociedad no se librara en mucho tiempo. La única solución es dejar que pase el tiempo y las generaciones se suceden eso si, siendo críticos y formando a la sociedad en todo lo contrario, con los mismos medios visuales; compesando así este terrorismo visual de verdades a medias. Este libro es un buen ejercicio para educarnos todos en la critica de lo que vemos y oímos.
Este libro da mucho juego que esta en continua evolución porque estas mentiras que nos llegan cada vez son mas sutiles y mejor diseñadas para que las hagamos nuestras. El método MELIR es algo que de forma inconsciente hacemos muchos que intentamos no ser manipulados por los mensajes que se nos lanza continuamente. Pero nunca esta de mas leer cosas acerca de este tema.
Un buen libro que recomendaré su lectura a las personas de mi entorno.
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